Gracias a una extensa investigación llevada a cabo por las áreas operativas de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), el ente fiscal logró desarticular a una ruta del contrabando de indumentaria, evasión tributaria, fraude marcario y trata de personas que se extendía desde la frontera con Bolivia hasta la ciudad de Córdoba. Los titulares de los depósitos y los responsables de someter a los trabajadores a condiciones trabajo forzoso fueron detenidos.
La investigación y seguimiento llevada a cabo por los agentes aduaneros comenzaba en Orán (Salta), ubicada a tan sólo 30 kilómetros de la frontera con Bolivia, y culminaba en la capital cordobesa. A partir de una solicitud de los funcionarios del ente que dirige Ricardo Echegaray, se realizaron allanamientos en la localidad de San Francisco, Córdoba, en donde se secuestraron 113 bultos de mercadería sin documentación respaldatoria y con marcas falsificadas por un valor de $ 1.200.000. De la inspección realizada en los locales comerciales de la zona, entre los que se hayaron dos cuyos propietarios estaban inscriptos como contribuyentes del Régimen Simplificado de Pequeños Contribuyentes, se comprobó que se habían omitido ventas por más de $1,5 millones.
Los trabajadores eran contratados en Bolivia con la falsa promesa de un empleo digno. Durante los procedimientos, los funcionarios de la AFIP constataron que cumplían tareas de limpieza, atención al público y depósito de mercaderías en pésimas condiciones de salubridad, hacinados en ambientes minúsculos y recibiendo un salario no acorde.
En los operativos participaron también funcionarios de la Dirección General Impositiva y de la Dirección General de Recursos de la Seguridad Social.
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