La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) está llevando a cabo un operativo de control en toda la cadena productiva de la cebolla. El mismo tuvo lugar en la zona sur de la provincia de Buenos Aires y el noreste de la provincia de Río Negro, dos zonas que producen el 50% de la cebolla que se comercializa en el mercado interno y el 80% de la que se exporta. El operativo alcanza a empleadores, productores, proveedores de servicios (empaque y transporte) y exportadores de cebollas. Durante 45 días de trabajo, se pudo relevar a más de 500 trabajadores de campos de cultivos y galpones de empaque y se detectó que más de un 38% presentan irregularidades fiscales. A partir de esta acción, se pudo constatar el registro voluntario de más de 80 trabajadores.
La campaña de control comenzó en marzo y abarca a más de mil contribuyentes. Las medidas tomadas están destinadas a medir la capacidad operativa y respaldo económico de los distintos actores, lo cual permite verificar que estos sean consistentes con la producción, mano de obra empleada y comercialización que se realizan. La campaña llevada adelante por la institución que preside Ricardo Echegaray está coordinada por tres áreas del organismo: la Dirección General Impositiva, la Dirección General de Aduanas y la Dirección General de Recursos de Seguridad Social.
Una vez que la campaña finalice, se cuantificarán los empleados que no hayan sido declarados en campos y galpones, aplicándose de corresponder los Indicadores Mínimos de Trabajadores (IMT) de la actividad, y notificándose las deudas correspondientes y multas de
hasta cuatro veces el monto de aportes y contribuciones omitidos. De igual manera, en la etapa de comercialización, se están efectuando controles permanentes en las rutas a los camiones de carga, los cuales deben contar con respaldo documental de la mercadería en tránsito y la debida registración de los choferes.
La campaña permite detectar las irregularidades formales en las facturas de compra y las inconsistencias en los datos sobre el origen de la cebolla, como por ejemplo la falta de inscripción en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (RENSPA), que administra SENASA, y facturas no autorizadas, ni coincidentes con la información de las etiquetas de las bolsas y de las Guías Frutihortícolas.
A partir de estos controles se interdictaron 530 toneladas de cebolla en infracción, para su posterior decomiso y liquidación, tal como lo dispone la Ley de Procedimiento Tributario. En relación a la misma, ya se donaron 27 toneladas de cebolla a comedores comunitarios a partir de decomisos que se encuentran firmes. En cuanto al control a los transportistas, el porcentaje de conductores y auxiliares no registrados ya asciende al 35%.
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