Tras un operativo a cargo de Aduanas, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) elevó una denuncia penal por contrabando de harina de trigo, asociación ilícita y evasión fiscal a la firma Molino Pampa Blanca S.A. Las ventas que realizaba la empresa con comerciantes de Bolivia no estaban documentadas y eran realizadas en horarios y por lugares no permitidos.
A través de estas maniobras de evasión, Molino Pampa Blanca facturó casi 30 millones de pesos en el período 2013/2015. El dinero fue dividido en depósitos bancarios a las entidades Macro y Santander Río, cheques y pagos de caja desde la propia empresa.
Los agentes del ente a cargo de Ricardo Echegaray comprobaron que el ingreso de importantes sumas de dinero al sistema financiero a través de los bancos Macro y Santander Río no se corresponde con las ventas declaradas por la propia empresa. De las pericias realizadas también surge que Molino Pampa Blanca S.A. realizó diferentes depósitos a sus cuentas de los bancos Macro y Santander Río por cifras menores a $40.000, una suma que libra a las entidades financieras de la obligación de emitir un Reporte de Operación Sospechosa (ROS) a la Unidad de Investigación Financiera (UIF).
Las autoridades de la Aduana intercambiarán información con sus pares de la República Plurinacional de Bolivia para conocer los antecedentes de las operaciones, los valores y los montos declarados en el vecino país. También se analizará el monto de la evasión tributaria que surge de la diferencia de 244 millones de pesos a lo largo de 5 años entre las ventas y las liquidaciones declaradas y las acreditaciones bancarias realizadas.
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