La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) incautó cincuenta toneladas de juguetes que contenían pinturas con plomo y plastificantes que son tóxicos para los niños. Los agentes de la Aduana hallaron los juguetes en un depósito fiscal. Otras 115.000 unidades fueron secuestradas en el barrio de Once y en Mar del Plata. Las mismas no contaban con la debida documentación de respaldo necesaria para su comercialización y, en algunos casos, contenían material riesgoso para la salud de los niños. El total de la mercancia está valuada en 28 millones de pesos y serán próximamente destruidos.
El operativo se logró gracias al trabajo de inteligencia aplicado de los funcionarios de la administración de Ricardo Echegaray utilizando la "Matriz de Riesgo Aduanero", que evitó que estos productos falsificados invadieran el mercado local y perjudicaran a la industria nacional y a los comerciantes que cumplen con la ley.
El procedimiento fue llevado a cabo con la presencia de Gabrielle Doyle, representante para Latinoamérica de la International Trademark Association (INTA), quien se interiorizó del trabajo que realiza la Aduana contra el fraude marcario, y del Dr. Gustavo Giay, experto en lucha contra la piratería y falsificación de marcas.También participaron representantes de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete, encabezado por el presidente de la entidad, Matías Furió.
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